La Relajación, las técnicas meditativas, nos enseñan a distinguir un espacio entre la masa caliente y la masa fría, no es preciso pertenecer a una o a otra, hay un lugar entre ambas locuras, un territorio donde es posible vivir como seres libres, es una banda estrecha, un paraíso en el que no criticamos el mundo, pero en el que aún queda pendiente construir nuestro hogar, no será el hogar materno, ni el que nos ha proporcionado una sociedad dividida, nuestra morada se halla en la estrecha franja que permite el desarrollo personal manteniendo una consideración hacia los otros mundos, implicándonos lo menos posible en ellos, pues contaminan sin esfuerzo alguno si te aproximas demasiado a sus bordes.